Aunque llevan conviviendo desde principio de temporada, Andrés y Sergio García (futbolistas de la Unión Deportiva Salamanca), han encontrado una salida a los impagos del club. El defensa y el centrocampista comparten casa, lo que reduce los gastos.
“Ayuda a sobrellevar esta delicada situación”, asegura Andrés, “porque cada uno paga la mitad de las facturas”. Además, influye en el plano psicológico, porque vivir con un compañero de equipo evita la soledad y pensar en que hay que cobrar tres nóminas. “Es lógico que en casa charlemos del fútbol y sus consecuencias, pero procuramos hacerlo lo mínimo posible y distraernos con otras cosas”, afirma Sergio, primera persona a la que ve Andrés cada mañana: “Tal y como están las cosas, lo primero que esperas al levantarte es que al llegar al Helmántico te van a dar la buena noticia de que vas a cobrar…”.
El jugador zamorano y el burgalés reconocen que, como parte del vestuario, están tirando de ahorros de otros años. “Eso sí, los veteranos se han ofrecido a prestar dinero a los más necesitados del grupo”, revela García, que también explica que “hay jugadores que comparten coche para ir a entrenarse, aunque esto no tiene nada que ver con la situación económica, sino que lo hacen porque viven cerca.”
Experiencias monetarias tan delicadas han sido ajenas a los futbolistas de la UDS hasta este curso. Pero si bajar kilos implica apretarse el cinturón, bajar a Segunda B, también.
Andrés y Sergio García comparten casi las 24 horas del día. /Udsalamanca.es
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