Quien haya seguido la Liga del Guijuelo y la del Salamanca podría esperar el triunfo chacinero del domingo, pero a quien se atenga a la historia de uno y otro club le sorprendería que el pez chico se comiera al grande.
No haber pasado nunca de Segunda B no era impedimento para que el Guiju venciera a una entidad que ha militado doce temporadas en Primera División.
Este hecho aumenta la trascendencia de lo sucedido en el Municipal, donde la Unión perdía por primera vez un derbi provincial oficial desde el 25 de octubre de 1964. En aquella ocasión, el Béjar le ganaba 4-1 y, curiosamente, el goleador blanquinegro era Pollo (padre del actual secretario técnico de la UDS, ex secretario técnico del Guijuelo y ex jugador de ambos equipos).
Aquella era un derrota humillante a la que esta coge el testigo porque los tropiezos más recordados son los que se producen contra oponentes de tu tierra, eternos rivales o con goleadas.
Uniendo los dos últimos apartados aparece la derrota de la pasada temporada por 0-5 contra el Valladolid. Ese mismo marcador se llevaba el Deportivo en la campaña 95-96.
También forma parte de este horrible recuerdo ser la víctima de la mayor goleada lograda por el Villarreal en Primera División, un 5-0 en la Liga 98-99.
Por entonces, el Guijuelo no había debutado en Tercera División. Lo hacía en la temporada 2002-2003. En 2004 llegaba su primera gran victoria, en Móstoles, y dentro de la fase de ascenso a Segunda B. El 1-3 que se conseguía en Madrid, llevaba al Guiju a la división de bronce, categoría a la que volvería en 2006 después de vencer al Real Madrid C.
Para ver todos los días está el triunfo por 1 a 0 al Espanyol B en la promoción por evitar bajar a Tercera. José Romero marcaba aquel 22 de mayo de 2010 y hace dos días asistía a Eneko Eizmendi para que lograra el primer tanto del éxito ante el Salamanca.
Ahora, el club verdiblanco tiene uno más que sumar a una historia que el domingo, si se mete en la Copa del Rey, puede ser aún más grande.
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