lunes, 12 de septiembre de 2011

Historias para no... regar

“¡Salta la noticia!” Desde que la Unión Deportiva Salamanca descendiera a Segunda B, el mundillo periodístico charro presagiaba que esta expresión se iba a repetir en numerosas ocasiones a lo largo de la temporada 2011-2012. El hecho de comprobar que el equipo de fútbol más antiguo de la provincia iba a compartir categoría y grupo con el Club Deportivo Guijuelo alimentaba las suspicacias sobre que algo llamativo iba a ocurrir. Algunos hablaban de un posible `Pacto de Beleña´ (localidad situada entre Salamanca y Guijuelo) al conocer que los dos conjuntos se enfrentarían en la penúltima jornada de Liga. “Si uno de los dos necesita una mano para conseguir su objetivo…”. Pero no. Lo curioso ha llegado tres meses antes de que blanquinegros y verdiblancos se enfrenten por primera vez en el torneo de la regularidad.

La necesidad de los chacineros de encontrar un campo en el que ejercer como locales durante dos partidos por las obras que se están haciendo en el Municipal, hacía que la UDS le tendiera la citada mano para que jugara en Las Pistas del Helmántico, aunque sean propiedad del Ayuntamiento de Salamanca (y eso que las instalaciones deportivas están en terreno de Villares de la Reina). El Guiju aceptaba encantado y este fin de semana disputaba el primero de esos dos encuentros en el lugar en el que Javier Sotomayor batía en los años 90 el récord del Mundo de salto de altura.

Tras perder con la Real Sociedad B, los componentes del cuadro guijuelense se quejaban de que el césped estaba seco y que no se había regado, petición que le habían realizado al jardinero de la Unión. “Si nos van a tratar así en el próximo choque, igual lo jugamos en otro sitio”, comentaba el entrenador, Imanol Idiákez. “Si somos vecinos, nos tenemos que ayudar”, esgrimía el futbolista Eloy. Conclusión: en el Guijuelo creen que les han querido perjudicar.

La versión ofrecida en nuestro programa por Alfonso Martín, jardinero del Salamanca, es la siguiente: “El técnico del Guijuelo me pedía que regara la hierba, pero trabajo para la Unión, no para el Guijuelo. Al día siguiente jugaba el Salmantino y, de echarle agua, el campo estaría impracticable”. Hasta aquí, razones comprensibles. Pero hay más: “Tal y como juega la Real B, el riego iría contra el Guijuelo”. Conclusión: los jardineros también llevan un entrenador dentro.

Lo peor de esta rocambolesca historia es que se ha hecho una bola de un aspecto curioso que podría acabar con las buenas relaciones que mantienen las entidades presididas por José María Fernández Mañueco y Jorge Hernández. Que la sangre no llegue al río. ¿O deberíamos decir “que el agua no llegue al campo”?

Las Pistas, lugar del "crimen". /Huracanz.com

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