"Hay que espabilar": Introducción al programa de hoy

Vergonzoso, lamentable, esperpéntico y horrible.

¡Buenas tardes!

Así era el espectáculo que ofrecía la Unión Deportiva Salamanca en el derbi regional ante el Valladolid. Perder 0-5 y buscar la excusa de que desde el minuto 20 se jugaba con un futbolista menos es para hacérselo mirar. Algo influiría, por supuesto, pero si los futbolistas están cansados de los árbitros, los aficionados están hasta cierto sitio de los que lucen los colores blanquinegros. Ayer, por cierto, había más charros en el once titular pucelano que en el salmantino.

Que el partido estaba roto con el 0-2 es otra excusa lógica, pero banal, porque quizás estos cinco goles nos lleven a Segunda B. La razón es sencilla. En caso de empatar en puntos y en golaveraje particular con otro equipo, el que menor diferencia de goles tenga, queda por detrás.

Caer por cinco tantos podría admitirse, pero bajar los brazos y que nadie, (incluido Pepe Murcia) saque un mínimo de orgullo es una falta de respeto. Y lo es porque casi todos los seguidores unionistas que acudían al Helmántico tenían que pagar por ver el partido y no había ningún gesto de agradecimiento con ellos.

El entrenador dice que hay que haber sido jugador para conocer lo que se le pasaba por la cabeza a su plantilla, pero también hay que ser persona para tener esa cabeza y corresponder a los que se dejan dinero por ti. En la vida hay que estar en las duras y en las maduras y en la UDS nadie se aplica el refrán.

Allá ellos, porque como sigan así, van a vivir más tiempo en las penas que en las alegrías. Nulas eran las que tenían lugar ayer en el Helmántico en un choque para olvidar.