¡Buenas tardes!
¿Que haya fútbol este fin de semana o que no? He ahí la cuestión. Por pasarlo bien, elegiremos que sí, pero no sabemos si la Unión necesita jugar ya o esperar más días para recuperarse del mazazo del domingo.
Lo ocurrido en el Helmántico en el derbi es un escalón más hacia arriba o hacia abajo (según se mire) en la crisis deportiva e institucional que vive el club.
En medio de líos arbitrales, sólo Biel Ribas ha alzado la voz para quejarse. La directiva prefiere estar pendiente de otros temas, como renovar al director deportivo Balta y al secretario técnico De Cózar.
Hay asuntos que uno no entiende. A peor calidad de tu trabajo, mayor premio. El presidente tendrá sus razones para apostar por ellos, así que adelante, pero hay datos que vamos a dar en este programa que confirman que algunas de sus decisiones son erróneas. Y él es la cabeza visible del proyecto, así que debería de dar ejemplo con todo lo que hace.
Quizás ahí, en los que mandan, esté la explicación de por qué el Salamanca está de capa caída en los últimos años. Hay quien acusa a los jugadores, pero qué extraño es que futbolistas poco queridos aquí, como Salva Sevilla, Botelho o Despotovic estén triunfando en cuanto han salido de la UDS. Los que consideran culpables a los jugadores tienen otro argumento que añadir: ¿por qué siempre empiezan bien la Liga y la terminan mal? Según las malas lenguas, porque al principio no conocen la fiesta de Salamanca o porque hasta Navidades desconocen los problemas económicos de la entidad.
Sea lo que sea, también extraña que Pepe Murcia se enfadara cuando el viernes le preguntábamos por la decisión de llevar al equipo a un spa. Seguro que estaba previsto en el plan de trabajo del preparador físico, pero como ya dijimos la semana pasada, los aficionados necesitan respuestas y ellos, los hinchas, sólo van a relajarse cuando han conseguido un éxito.
La Unión está fracasando. Así que como alguien gritaba el domingo en la grada, “menos spa y más trabajar”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario